Hoy me siento en un remolino… y no el mejor sentido de la
palabra, cuando te conocí, no estaba en
mis planes enamorarme de ti, si, eras lindo, caballeroso, atento, cálido y
hasta sensual, me atrevo a decirlo; quien se aprovechó de quien, es algo que no
creo que nos quede claro, pero pasó y me
enamoré como estúpida y así sin meter
las manos, pero si metiendo el corazón,
a pesar de que lo han roto demasiadas veces.
Hoy, después de meses
felices, de una que otra discusión y de más cosas buenas que malas, estoy aquí,
preguntándome si debo seguir o no, te preguntaras el porqué, aquí enlisto mis
razones:
1.- Ya no platicamos,
cuando te digo que te extraño, no siempre me refiero a físicamente, si bien es
cierto que viajas mucho y que no estamos juntos más que los fines de semana,
extraño las pláticas que solíamos tener, cuando me contabas como te había ido
en el trabajo, que habías hecho alguna tontería o que simplemente querías
platicar, ahora, ya no existe eso.
2.- En algún lugar
perdimos la confianza, antes era yo la que se enteraba de prácticamente
todo y cuando decías algo, yo ya lo sabía, ahora, me entero de lo que te pasa o
de lo que haces por tus amigos; ¿dónde quedo la confianza de antes, la
confianza de cuando éramos dos perfectos desconocidos conociéndose?
3.- Es cierto que ahora tenemos más planes juntos, pero sin
las dos cosas anteriores (conversaciones
y confianza) no siento la seguridad
de que esos planes vayan a volverse realidad, me da pavor despertar un día y ver
que te haya perdido y que sea más insoportable estar juntos que estar alejados.
4.- ¿Cuándo dejamos de
hacer cosas espontáneamente?, a decir verdad no lo sé, solo sé que dejamos
de hacerlo y nos volvimos, no monótonos, serios seria la palabra adecuada. Sé
que no soy extrovertida como tú, pero me encantaba hacer cosas nuevas contigo, porque
estaban cargadas de magia.
5.- sé que tienes
círculos pendientes de cerrar, y que no los cerraste en su momento, sé que
tu pasado regresa, pero también me doy cuenta que con todo esto te alejas más y
no son mis círculos, no puedo cerrarlos por ti, no puedo pelear tus batallas,
puedo apoyarte y estar contigo, pero en este momento es cuando más lejos me
siento de ti; dije que no me iba a ir, pero no puedo con tantos demonios, no puedo con tanta rabia, con tanto
dolor.
Quisiera que no me lastimara, que no me doliera, pero no es
así, te veo sufrir y no es que sufra contigo, es lo que haces o dices y no te
das cuenta como rasga, como duele, y por más amor que yo esté dispuesta a
darte, parece no ser suficiente.
6.- Los planes ¿dónde
quedaron nuestros planes? si te digo en la semana que quiero ir a bailar,
llega el fin de semana y se te olvida. Es cierto que yo quiero a alguien que me
abrace fuerte y haga que me den ganas de quedarme con él en casa, ver una buena
o mala película y que me abraces al dormir, pero hoy día ya no puedo dormir
junto a ti, parece que hay una barrera infranqueable entre nosotros, una
tensión que no sé dónde se origina.
7.- Amo los días que estamos bien, y esos días te amo con
todo mi corazón y entonces me llenas de ganas de seguir intentándolo y son los
días perfectos, aunque solo vayamos a hacer cosas rutinarias, pero esos días
tienes una mirada y una sonrisa en tu rostro, lo malo es que esa mirada y esa sonrisa se han ido
perdiendo, y las busco, las busco con locura, porque te quiero recuperar,
pero como una gota de agua, se me escapa de las manos. Amo esos instantes.
8.- Entiendo que sí, la niña no se siente cómoda conmigo,
pero ¿sabes?, a tu hija la quiero e incluso la respeto tanto como si fueras tú,
ella es un ser maravilloso y entiendo cuando se enoja conmigo por robarle el
tiempo que debería corresponder a estar con papá, es por eso que trato de
incluirla, de considerarla en lo que hacemos y en lo que planeamos, pero no es
suficiente, para ninguno de los tres.
9.- No eres el único
responsable, también yo me he
alejado, pero me he alejado porque no quiero lastimarte y que me lastimes, sé
que soy una granada, que explotare y entonces todo a nuestro alrededor quedara
destruido.
Es por eso que te estoy citando hoy, porque quiero hablar de
todo esto contigo, pero mira la hora, son las 10:00 pm y quedaste de llegar a
las 8:00 pm, entiendo que el trabajo, el camino, el transporte, pero lo que no
entiendo es que no puedas llamar para avisar que no llegaras.
Como veras, entiendo muchas cosas, y tú entiendes que soy
mujer y que necesito un “buenos días” un “ te quiero” necesito un abrazo, cuando
digo no me pasa nada es porque me está pasando todo, cuando no dejo que me veas a los ojos, es por
que pase toda lo noche llorando, cuando
te veo fijamente a los ojos, es porque estoy esperando una respuesta que no se
si llegara, si te cedo el control de la
tele es porque no quiero ni siquiera discutir por eso.
No se supone que llegáramos tan pronto a esto, se supone que
íbamos a luchar, que íbamos a intentarlo… que nos íbamos a entregar sin
reservas…
Es por eso que escribo
esto, porque sé que las encontraras al llegar a casa y cuando te vayas a
descansar, ahí estarán, lo que no sé es si yo voy a estar para hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario