viernes, 20 de junio de 2014

SOLTERA Y QUE

Si cobrara 5 pesos cada vez que alguien me pregunta por qué  no tengo marido, novio, amante o algo que se le parezca, ya hubiera viajado por el mundo unas 3 veces.
Tengo 32 años y no tengo ninguna relación estable con nadie, y cada día alguien me pregunta: ¿Y tú novio? A lo que yo contesto, no tengo y entonces viene el -¿pero por qué? (Léase con voz de sorpresa) mis ojos inmediatamente se ponen en blanco y contesto.
 -porque no quiero un novio.

Para ser honesta, es una pregunta que cada vez que la escucho me molesta más y más,  no porque tener un novio sea malo, es solo porque no entiendo cómo es que en pleno siglo XXI una mujer necesita tener un hombre a su lado. Hemos peleado tanto por la llamada “igualdad” y equidad de género y por demostrar que las mujeres podemos hacer el trabajo que antes estaba destinado solo a los hombres, que no comprendo el por qué es estrictamente necesario que todas tengamos pareja.

Yo puedo decir que estoy contenta con mi soltería, y que disfruto un café o una salida al cine yo sola, que me encanta levantarme un sábado y quedarme en cama sin tener que arreglarme porque alguien viene a verme, agradezco no tener que comer algo que no me gusta solo porque alguien quiso comer eso.

Soy una mujer integra y entera, que puedo pagar un helado, o que puede pagarse unas vacaciones y disfrutarlas. El hecho de que para la sociedad seamos mal vistas las que después de los 30 aún no tenemos pareja o hijos, me deja un mal sabor de boca, pero veamos el contexto,  casi todo en la sociedad está hecho para parejas… que tal el 2x1 en el cine, o las mesas en los restaurantes, siempre están en pares, intenten llegar a un restaurante y sentarse en una mesa para cuatro y díganle al mesero que solo es una persona, inmediatamente les pedirán que pasen a la barra donde la atenderán “más rápido” ¡no! no quiero que me atiendan rápido, quiero disfrutar mi comida; y que tal los paquetes para vacaciones, que si vas en pareja  es más económico.

¡Por favor!  no se supone que somos seres individuales, que valemos por lo que somos y no por con quien estemos.

Claro que he tenido pareja y he sido muy feliz en cada una de esas relaciones, he aprendido mucho de cada una de las personas con las que he estado, pero en este momento quiero aprender de la persona más importante para mi vida, yo misma.

Las presiones sociales, van desde cosas tan burdas como un ¿espera a alguien más?  ¿Porque no bajas de peso, a la mejor así alguien te voltea a ver?   Tú no agarras ni una gripe,  deberías salir más seguido,  pues deberías regresar con ese novio que no era tan malo, de eso a nada, hasta los propios doctores que te dicen ya te tienes que embarazar.

Sin embargo a pesar de que todas las mujeres sabemos que podemos ser felices sin alguien a nuestro lado, a veces nos gana esa presión social y empezamos a buscar a cada “individuo” y no es que ellos sean malos, es que nosotras los escogimos por las razones equivocadas.


No estoy en contra de las parejas o a favor de que todos seamos solitarios, solo quiero que si me ven sola, no asuman que no puedo tener un hombre a mi lado, o que no los puedo retener, solo quiero que entiendan que es mi decisión y que así soy feliz.

la entrada que acabas de leer fue enviada de forma anónima, cualquier forma de contacto con la autora por medio de la caja de comentarios. 


martes, 10 de junio de 2014

PERDIDA

Cuando me dijeron, escribe, así es más fácil sobrepasar cualquier cosa, yo pensé: “¿Esta Loco?”, pero después de casi 20 años escribiendo tristezas, alegrías, fracasos, me doy cuenta, que sigue siendo mi escape más sano.

Podría empezar por hablarles de mi perra que se murió, o de la vez que quería salir corriendo de casa por la friega que me acababan de dar, pero creo que mejor hablare de lo cerca que estuve de perderme a mí misma.

Sucedió hace 8 años, era yo una joven de tan solo 24 años, que quería comerse el mundo entero, que sentía que todo podía hacerlo y podía lograrlo, y así era, tenía un trabajo que reconocía mi capacidad mental y que me remuneraba por eso, gente a mi cargo que reconocía que mi edad no era impedimento para saber y para dirigir. Aun así yo quería más (no sé por qué los seres humanos siempre queremos más); así que entonces conseguí un novio, alguien con quien “compartir”, eso era lo que yo quería y así fue al menos un tiempo.
Un corto tiempo, porque entonces empezó a haber ciertas señales que no quise ver, y digo no quise, porque ahí estuvieron todo el tiempo, y todos las vieron, menos yo; empezamos con el típico “oye estas un poco llenita”, y por qué no dejas de comer X o Y, y vino una dieta y después el ejercicio, si ya se, eso es bueno, pero no es bueno, cuando es impuesto y cuando lo haces por agradar a alguien más.

Con el ejercicio y la dieta, vienen las consecuencias, pérdida de peso, traducción, uno se vuelve flaca y entonces la siguiente frase: “Hay que cambiar de guardarropa”, y un día entero cambiando mi manera de vestir, en ese momento no lo vi, pero me estaba disfrazando de alguien que no era, me veía en el espejo y no me reconocía.

En el momento en que ya era la “mujer que él merecía” deje de ser yo y me convertí en su muñeca, una mujer que no sabía quién era y que seguía haciendo lo que mi hombre quería, porque hay que mantenerlos contentos, es lo que siempre me dijeron, y empecé a desaparecer, a ser alguien que no era yo, que no se divertía y que no sabía que estaba pasando.

Pero esto no es lo peor, ah no, perderse y dejar de ser yo misma, no es lo peor que me ha pasado, lo peor vino dos años después de estar con “mi amor” por qué solo quería lo mejor para mí, si claro, lo mejor para mí y un día cuando no hice caso por algo que me dijo, se desato el infierno, el primer golpe, una cachetada para ser exactos… aún el día de hoy no sé qué ocurrió, en que momento  o por qué razón yo recibía un golpe de aquel que juraba amarme, yo sabía que no estaba bien, pero no razonaba, no coordinaba y tampoco pensaba.

Obvio pidió perdón mil veces y 999 lo rechace, pero en la vez número mil, lo perdone, y entonces las cosas fueron miel sobre hojuelas, así que pensé que solo había sido que había tenido un mal día.
Pero no fue así empezaron las amenazas sobre a quién vez, con quien estas, que haces y ahora el miedo era que la cachetada se convirtiera en una golpiza, no tardó mucho en que así fuera,  unas vacaciones que nos tomamos,  y sucedió lo inevitable. Estuvimos discutiendo todo ese día por una y cien cosas,  y en la noche, antes de acostarnos, yo reclame algo, no recuerdo que y entonces vino el infierno, una cachetada, antes de poder reaccionar otra más, gritos y más golpes, me golpeo en la cara, en las costillas, el estómago, las piernas, y me mordió la espalda, ah, pero como yo soy bien macha no deje que me pegara sin pelear (que pinche orgullo), así que como pude, lo mordí, le pegue y hasta le avente mi plancha para peinar, sí que “orgullosa me siento de mi”; si es sarcasmo,  porque ese día fue el peor día de mi vida, mientras estaba encerrada en el baño, llorando y tratando de lavarme las heridas y de que el agua se llevara todo lo malo que me acababa de pasar, por mi mente pasaban cada una de las señales que debí haber visto, cada uno de los focos rojos que se prendieron y yo omití, y entonces, con la dignidad por los suelos, a la única que podía culpar era a mí misma.

Esa noche dormí en el baño, en el suelo, junto con mi dignidad y mis ganas de seguir adelante, al día siguiente, ya con las heridas visibles (rasguños, moretones, golpes y con el cuerpo tan pesado), la persona que había sido el artífice de aquello con todo el amor del mundo me baño y me curo las heridas, las superficiales claro está, y lo deje, deje que me bañara y que me curara y que no se viera tan mal mi cara. Ahí fue cuando descubrí como algunas mujeres tapan sus heridas con el maquillaje, y listo, no había pasado nada en mí.

Al regreso al mundo real, donde ambos trabajábamos y donde nadie sabía de lo que me había sucedido, decidí que no quería continuar con esa vida, así que las salidas tarde del trabajo y las juntas interminables aparecieron. Para este momento, yo no quería que nadie supiera lo que me había pasado, tontamente creía que mis amigos me juzgarían por tonta y dejada, así que no hable del tema, hasta que se convirtió en una carga tan pesada que tuve que decirle a las personas en las que más confiaba, y para mi sorpresa, no me juzgaron, todo lo contrario me ayudaron a superar este trago amargo.
A pesar de que en mi cara pareciera que no había pasado nada, en realidad esa noche me paso de todo, y una parte de mí se rompió y nunca volví a ser yo, dentro de esa golpiza, algo se fracturo en mí y no se ha podido reparar.

Hoy día sé que no fue mi culpa que me golpeara, pero si fue mi culpa permitir creer que necesitaba cambiar para que me quisiera, y sé que también fue mi culpa perdonar el primer golpe…


Hoy, aún no estoy curada, porque aún sigo culpándome de tantas cosas que pasaron, pero leí una frase en un libro que dice “Hay pasos que debemos dar nosotros solos”, así que yo aún estoy dando esos pasos y que sé que me llevaran a una mejor versión de mi misma.  


la entrada que acabas de leer fue escrita de forma anónima, yo solo gestiono el blog. 

Expulsando mis demonios: la catarsis para poder vivir en este mundo tan caótico

Expulsando mis demonios: la catarsis para poder vivir en este mundo tan caótico


Creando esta primera entrada deseo que este blog sea una catarsis, que me ayude a mantenerme con vida en este planeta tan caótico, no voy a escribir para hacerte reír, ni para hacerte llorar, no voy a buscar millones de lectores como objetivo primordial, solo quiero expulsar mis demonios, romper paradigmas, darme cuenta de todo lo que he logrado con el paso del tiempo, hacer un recuento de mis amistades, los amores, los enemigos y los némesis que se han cruzado en mi largo y espinoso camino.

También contare mis alegrías, mis anécdotas, mis recuerdos más felices y mis fantasías del día a día.

Si te sientes identificado o identificada con lo que leas en este blog, felicidades quiere decir que estas disfrutando la vida y que estas aprendiendo de los errores del pasado.

todas las entradas que leerás son anónimas, yo solo gestiono el blog.