martes, 26 de agosto de 2014

MORIR DE A POCO

Te vi y no pude ocultar la sonrisa cuando tus labios pronunciaron mi nombre, no sabía sí tendría la fuerza para contestar, pero pude contestar con un sincero y amoroso "hola" y una gran sonrisa.
Es la primera vez que volvemos a vernos desde que nos separamos (para referencia léase) http://expulsandomisdemonios.blogspot.mx/2014/07/remolino.html
 Y no quiero hacerme ilusiones, quiero proteger mi corazón, pero no puedo controlar las ganas que tengo de abrazarte.

Hasta hace unos días, soñaba con volver  a verte y hoy es una realidad.
Como dice la canción "me puse mi falda más bonita" para ser sincera, tenía miedo de que no llegarás, ahora  estas aquí en verdad, frente a mí.
Vamos a comer y siento que toco el cielo cuando me tomas de la mano para ayudarme a cruzar la calle.

Hay risas, muchas risas, hace meses que no reímos de esta manera, en un trayecto de media hora hemos reído tanto que ya me duele el estómago,  puede que sean los nervios, o amor…

 Vamos a comer, pareciera que el tiempo se detuvo porque por un momento las cosas vuelven a ser como antes y empezamos a platicar de cómo nos ha ido estos meses, me das a probar de tu platillo y sonríes al ver que hago caras porque no me gusta el sabor.

Es en este momento cuando el mundo desaparece y en mi cabeza estamos sólo tú y yo.

Y es aquí cuando al tomarte de la mano digo cuanto te extraño,  digo cuanto me haces falta, te pregunto el porqué de nuestra separación, me contestas que no lo sabes, me abrazas y me dices que  también me extrañas, que no hay día que no lamentes el haberme dejado ir. Me tomas de la mano  para después besarla, así como solías hacerlo, besas mis labios y entonces, me pides que vuelva a tu lado, prometiendo que todo va a estar bien.

Cuando estoy por darte mi respuesta, oigo a lo lejos tu voz, me preguntas que sí estoy bien, es entonces cuando regreso a la realidad, todo lo que describí sólo paso en mi mente.

No hubo besos, ni más promesas de amor.

Pero, tomo tu mano y sin decirte nada digo todo, digo que te quiero, que te extraño y cuando aprieto tu mano, susurro que te quiero a mi lado.

Este día fue maravilloso, volví a verte, nos reímos juntos y por sobre todas las cosas, mi corazón volvió a latir con fuerza... Pero el día acaba,  te despides con un beso en la mejilla y un abrazo.  Es en este momento cuando mis lágrimas ya no pueden quedar en su lugar y te abrazo fuerte, sé que no debo decir "te quiero" y no puedo pedir que te quedes, aunque sé que lo sabes, me susurras al oído que todo va a estar bien, quiero creerlo, te separas de mí, me levantas la cara y limpias mis lágrimas, me pides que no llore, me dices una y otra vez que todo va a estar bien y me pregunto ¿si todo va a estar bien, porque tienes que irte?

En este instante no soporto tu mano en mi cara, no quiero oír tu voz, sólo quiero seguir llorando, hasta cansarme y caer rendida, no soy fuerte,  te necesito a mi lado, pero sé que tu no me necesitas a tu lado,  sé que fue un gran día, pero nunca más se volverá a repetir y tengo que luchar contra las ganas de pedirte que te quedes y decirte con “tranquilidad”  que te vaya bien.

Te amo tanto, que dejo de llorar y aún con ese nudo en la garganta, te deseo suerte, te acaricio el rostro y te doy un tierno beso en los labios,  pidiendo a Dios que te lleve por el camino adecuado.  

Comienzo a caminar entre la gente y la lluvia, yo sé que no es lluvia lo que resbala por mi cara, son lágrimas, corres a darme tu chamarra, y la rechazo, no quiero morir de a poco.
Doy la vuelta y sé que no voy a volver  la vista atrás, porque hacerlo sería morir de a poco.


la entrada que acabas de leer ha sido escrita de forma anónima, el administrador del blog solo se encarga de publicar. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario